Cuando termines tu horario de estudio regálate tiempo de recarga de energía. Busca actividades que te hagan sentir bien. Puedes aprovechar para hacer todas esas tareas que tenías aparcadas por falta de tiempo.
Por ejemplo leer, dibujar, ver pelis, series, deporte, yoga, meditación, relajación a través de vídeos en internet, buscar voluntariados para el verano, cuidar con mimo tus plantas, charlar con la familia de manera tranquila y sin prisas, hablar con amigas/os a través de internet, jugar con la familia a algún juego de mesa divertido, conciertos de música online, visitas virtuales a museos, etc…
Reedescubre todo aquello que te gusta y a disfrutar. Recarga pilas.